jueves, 21 de enero de 2016

Lola ¡Ay Lola!


Es verdad

¡Ay, qué trabajo me cuesta 
quererte como te quiero! 

Por tu amor me duele el aire, 
el corazón 
y el sombrero. 

¿Quién me compraría a mí 
este cintillo que tengo 
y esta tristeza de hilo 
blanco, para hacer pañuelos? 

¡Ay, qué trabajo me cuesta 
quererte como te quiero!

*****

Por el arco de Elvira
quiero verte pasar,
para saber tu nombre
y ponerme a llorar.

¿Qué luna gris de las nueve
te desangró la mejilla?
¿Quién recoge tu semilla
de llamaradas en la nieve?
¿Qué alfiler de cactus breve
asesina tu cristal?

Por el arco de Elvira
voy a verte pasar,
para beber tus ojos
y ponerme a llorar.

¡Qué voz para mi castigo
levantas por el mercado!
¡Qué clavel enajenado
en los montones de trigo!
¡Qué lejos estoy contigo,
qué cerca cuando te vas!

Por el arco de Elvira
voy a verte pasar,
para sentir tus muslos
y ponerme a llorar.

*****

Tengo miedo a perder la maravilla 
de tus ojos de estatua, y el acento 
que de noche me pone en la mejilla 
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla 
tronco sin ramas; y lo que más siento 
es no tener la flor, pulpa o arcilla, 
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado 
y decora las aguas de tu río 
con hojas de mi otoño enajenado.

(Federico Garcia Lorca)



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